Cada una de nuestras piezas está hecha a mano con dedicación y amor, por eso merecen un cuidado especial para que las disfrutes por mucho tiempo.
Algunas joyas son más delicadas, así que tratá de manipularlas con cuidado. Ya sea al ponértelas o sacártelas, hacelo con suavidad para evitar que se deformen o dañen.
Con el uso, el contacto con el aire, la humedad, y hasta el pH de tu piel, los metales pueden cambiar su apariencia. Estos cambios son normales y superficiales, pero hay formas de protegerlas para mantenerlas en su mejor estado.
Si tenés alguna duda o necesitás más consejos, ¡no dudes en escribirnos! Estamos acá para ayudarte a mantener tus joyas siempre impecables.